2 Corintios 10:4 dice: "Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas."
Las poderosas armas de Dios están disponibles para aquel que cree. Por medio de Su palabra, la oracion, la Fe y con la ayuda del Espíritu Santo podemos vencer todos los obstáculos que se presentan en nuestro camino. Las armas que nos da nuestro Señor nos hace muy peligrosos para el maligno.